“Los habitantes tenemos poca cultura energética; no tenemos mayor ‘feedback’ de nuestro consumo energético que la factura mensual de nuestra comercializadora”

Arquitecto técnico y con un Máster en Sostenibilidad por la UPC, Galdric Ruiz es especialista en la monitorización energética aplicada al cambio de comportamiento de las personas. Ha trabajado durante más de 15 años en la mejora energética de todo tipo de organizaciones (universidades, auditorios, polideportivos, entidades financieras, etc.) buscando optimizar el consumo energético con la mínima inversión, a través del cambio de gestión de los espacios y la percepción de las personas. Actualmente trabaja como técnico de transición energética en el territorio de Osona Nord (Barcelona).

• ¿Qué deficiencias presentan los edificios actuales?

Más allá de los problemas conocidos de calidad, estanqueidad y aislamiento de la mayor parte del parque construido, desde mi punto de vista la edificación actual tiene un déficit de información energética. En un sentido amplio, los habitantes tenemos poca cultura energética: no sabemos interpretar la orientación ni la trayectoria solar de nuestro edificio, no valoramos lo suficiente un buen aislamiento o no tenemos mayor ‘feedback’ de nuestro consumo energético que la factura mensual de nuestra comercializadora.

• ¿Qué puede aportar la madera al sector de la construcción actualmente?

La madera es la base para la construcción del presente y futuro. Los requerimientos cada vez más exigentes de reducción de emisiones de CO2 afectan a la cadena de producción, impactando en el precio de todos los materiales que demanda el sector. Aquí la madera, en especial la de proximidad, tiene el gran potencial competitivo, aportando bajas emisiones en su fabricación a la vez que excelentes características de aislamiento térmico.

• Monitorización de edificios: ¿qué logramos con ello?

La monitorización energética permite visualizar y analizar de forma dinámica ‘la resultante’ de la interacción compleja de todos los factores que inciden en el consumo energético de un edificio. Este aspecto es determinante ya que permite contrastar la previsión de simulación del consumo con la realidad construida, pero también y sobre todo, permite incorporar el factor humano como variable. A partir del análisis de la monitorización del consumo, podemos interactuar con las personas, influir sobre su percepción y cambiar su gestión y comportamiento energético.

• ¿Se puede reducir el consumo de energía en edificios antiguos sin un alto coste?

En el ámbito de la rehabilitación, la mejora de la gestión energética es la estrategia más eficiente des del punto de vista económico y ambiental, al requerir de poca inversión en recursos y materiales y tener un rápido retorno. A su vez, permite ajustar el diagnóstico inicial de intervención y ayuda a financiar las acciones de retorno a medio y largo plazo.

• ¿Va encaminada la construcción de los próximos años a los edificios eficientes?

Sin duda: por exigencias legislativas, ambientales y de mercado.

• ¿Cómo ve el sector de la madera constructiva en los próximos 10 años?

Por la parte de la demanda, creo que la madera tiene cada vez más aceptación y los arquitectos están ofreciendo soluciones muy atractivas al mercado: la madera transmite calidez y el usuario la vincula con la calidad constructiva. A su vez, el coste económico y ambiental vinculado al transporte de mercaderías va a incrementarse en el futuro próximo, haciendo más competitiva la explotación de la madera local. En este sentido, es importante que el mercado de la madera constructiva pueda desarrollarse también en el ámbito local y no depender tanto de la exportación.